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jueves, 11 de agosto de 2011

Arte Japones del arreglo floral

Ikebana y Joven geisha

El “Ikebana”, palabra japonesa que significa arreglo floral, se basa en ciertos principios artísticos que lo caracterizan y que además son reconocidos mundialmente. El rasgo más sobresaliente que diferencia el arreglo floral japonés de todos los restantes es, quizás, antes bien que la apreciación de la forma y el color, el amor por las formas lineales, tan característico de todo el arte oriental.
El Ikebana es una composición lineal, cuyo material esta integrado por las ramas comunes.
Sin embargo, si las ramas se disponen en una armoniosa línea fluida, suscitan un atractivo mayor que le puede despertar un conjunto de capullos, por hermosos que sea su color y forma.
Tan importante como la perfección lineal es el conocimiento naturalista, vale decir, una insistencia en la comprensión del desarrollo natural del material usado y un amor por la naturaleza en todas sus fases.
Iniciado hace trece siglos, el Ikebana fue concebido como la expresión simbólica de ciertos conceptos filosóficos japoneses del budismo. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, la completa “japonizacion” del arreglo floral Ikebana y su adaptación al genio peculiar del pueblo japonés, hicieron que se perdiera una gran parte de su sentido religioso y adquiriera mayor relieve la instrucción naturalista.
El simbolismo del paso del tiempo resulta de importancia para el arreglo floral japonés Ikebana y es evidente para el ojo perspicaz. Ningún Ikebana seria aceptable si no sugiriera en alguna forma el tiempo y la estación, como así también el continuo desarrollo de los elementos vegetales utilizados.

Por ejemplo:
Materiales empleados:
- El pasado: capullos abiertos, vainas vegetales y hojas secas
- El presente: capullos semi-abiertos u hojas lozanas
- El futuro: yemas, como sugerencia del desarrollo futuro
Tipo de arreglo:- Primavera: arreglo vital con curvas rigurosas
- Verano: arreglo amplio y desplegado
- Otoño: arreglo tenue y ralo
- Invierno: arreglo estático y algo nostálgico
En estrecha relación con el simbolismo del Ikebana se halla la asociación de ciertas formas florales con la tradición, literatura o costumbres. Cada uno de los días festivos nacionales tiene asignado su Ikebana, e incluso las celebraciones hogareñas más familiares no resultan completas sin su Ikebana apropiado. Para la jubilosa celebración de Año Nuevo se emplean por lo general ramas de pino y crisantemos blancos; en el Festival de las Muñecas, capullos de durazno y para el Festival de los Niños lo indicado es un arreglo de iris.
En general, todo arreglo floral japonés Ikebana esta compuesto de tres grupos triangulares de flores o ramas: un grupo central vertical; un grupo intermedio que se inclina apartándose de la estructura vertical, y un grupo triangular invertido que se inclina desviándose del grupo central hacia el lado opuesto del grupo intermedio.
Los japoneses rara vez efectúan arreglos florales sin su propio follaje natural. La mayor parte de ellos constan de unas pocas ramas de un árbol o arbusto, como así también de pequeñas “flores herbáceas” que podrían crecer naturalmente en la base del árbol.
ikebana
Los extranjeros no acostumbrados a este tipo de diseño floral, a menudo no alcanzan a apreciar su belleza natural y se admiran de que los japoneses hagan uso de tal follaje con propósitos decorativos. La razón por la que utilizan otros elementos distintos a las flores es la de que los japoneses encuentran mayor belleza en las formas y desarrollo de la naturaleza que en sus colores.
Las flores preferidas son las que crecen naturalmente en el jardín o en el campo en el momento de efectuar el Ikebana. Raramente se utilizan flores totalmente abiertas o follaje: por el contrario, se prefieren capullos cerrados. No se emplean ramas de árboles que producen hojas grandes o arbustos con abundancia de hojas, excepto cuando estas se hallan en brote.
Esta práctica tiene una doble finalidad: primeramente, cuando una rama se halla todavía en brotes, la belleza de la línea de la vara no se ve disminuida: en segundo termino, el empleo de brotes permite que el observador disfrute del placer de verlos abrir lentamente, Por otro lado, cuando se efectúan arreglos con flores llegadas a su punto de perfección, estas pronto se marchitan y quedan inanimadas, expresando de este modo tan solo muerte y disolución.
Esta idea de comunicar desarrollo continuo de la vida y de expresar vitalidad es fundamental en todo el arte japonés y debe constituir la guía principal para el estudiante extranjero de arreglos florales Ikebana.

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